Porque sabemos lo esencial que es tu equipo de refrigeración comercial para el funcionamiento de su negocio, te recomendamos pequeñas acciones de mantenimiento que ayuden a que el rendimiento sea igual al del primer día.
Paso 1 - Programe limpiezas completas en toda la unidad de refrigeración, semanal o quincenalmente, con agua tibia y jabón.
Evite usar trapeadores o esponjas abrasivas, tampoco productos de limpieza a base de cloro. Utilizar preferentemente cepillos o paños suaves.
Paso 2 - Si la serpentina del condensador está muy polvorienta, puede ser difícil mantener la temperatura interior del equipamiento y creará sobrecalentamiento.
Se recomienda que la limpieza se realice mensualmente.
Paso 3 - El evaporador también necesita una revisión regular, ya que es el responsable por absorber el calor en el sistema de refrigeración.
Asegurarse que el espacio cerca del evaporador esté limpio y libres de obstrucciones.
Paso 4 - Revise periódicamente las juntas y bisagras, porque la suciedad o potenciales fisuras pueden comprometer la estanqueidad de la puerta y conducir la pérdida del frío.
Para el buen funcionamiento del mueble establezca un programa de mantenimiento y limpieza periódica.
Ante cualquier daño que pueda presentarse póngase en contacto indicándonos el número de serie del equipamiento.
Paso 5 - Dependiendo de la ubicación de instalación del mueble, elementos volátiles, como el polvo, la harina, etc, pueden acumularse y bloquear la correcta ventilación del aire de la unidad condensadora.
Es indispensable la limpieza frecuente del mueble.
Paso 6 - El exceso de desechos puede obstruir los desagües, dificultando el drenado del agua procedente del desescarche. Es esencial un mantenimiento mensual con agua tibia y jabón.
Los manuales de los equipos son esenciales para apoyar estas acciones de mantenimiento, que no invalidan las acciones de mantenimiento profesional. Siempre que sea necesario, póngase en contacto con personal especializado.